20 años de creación del Cuerpo de Guardaparques
20 años de creación del Cuerpo de Guardaparques
Por Asamblea por el agua de San Rafael
Hoy 22 de octubre se cumplen 20 años de la creación del Cuerpo de Guardaparques de la provincia de Mendoza, por la Ley 7.291 de octubre de 2004.
Se trata de un grupo de trabajadores, que realizan un esfuerzo esencial en la protección de las áreas protegidas de la provincia. Sin embargo, hoy enfrentan una situación alarmante, ya que el gobierno ha comenzado a desfinanciar esas iniciativas, invisibilizando la labor crucial que llevan a cabo, impidiendo que se realicen actividades esenciales para asegurar la conservación de nuestros ecosistemas y la protección de la biodiversidad.
La mayor parte de los trabajadores de las áreas naturales protegidas se ven vinculados a tareas de recepción de turismo y en algunas reservas los Guardaparques son obligados a permanecer en las seccionales y no se les permite hacer trabajos territoriales, reduciéndolos a su mínima expresión
como autoridad de aplicación de las leyes ambientales. Esta metodología se ha cobrado el cierre de seccionales en áreas naturales protegidas como el Sitio Ramsar Laguna de Llancanelo y la zona norte de Reserva La Payunia en el departamento de Malargüe, las cuales se encuentran sin Guardaparques al día de la fecha, dando como resultado la desprotección de millones de hectáreas que quedan vulnerables a incendios, cacería furtiva e intrusión por parte del sector privado. El resultado es la pérdida de especies protegidas y emblemáticas, destrucción del patrimonio geológico y aislamiento de los pobladores rurales, ya que en algunas zonas los Guardaparques son la única presencia estatal para estas familias.
Por otro lado, y siguiendo estas metodologías de destrucción de la red de áreas protegidas, reservas como Parque Provincial Tupungato en valle de Uco, Parque Laguna del Atuel y La Salina en el
departamento de San Rafael, Castillos de Pincheira y Seccional La Salinilla en La Payunia, en el departamento de Malargüe, siguen a la espera de contar con Guardaparques. El resto de las reservas continúan con dotación mínima de recursos humanos, medios logísticos e insumos
Es muy difícil poder festejar un aniversario para nuestros Guardaparques provinciales, ya que
muchos de ellos no están consiguiendo mantener a su familia dignamente, con sueldos por debajo de la línea de pobreza, además de tener que invertir en indumentaria e insumos de trabajo para que las áreas naturales no desaparezcan. Estos trabajadores dedican su vida al funcionamiento de los parques ya que viven la mitad del tiempo en las áreas naturales bajo un sistema de guardias, que consiste en un día de trabajo por uno de franco, lo cual los expone a vivir en condiciones de precariedad y aislados en las viviendas asignadas por el estado (seccionales) en zonas remotas y agrestes. Esta desmesurada carga horaria (336 hs. mensuales, incluidas horas nocturnas y feriados) no se ve reflejada en lo salarial y obliga a los Guardaparques a tener que generar otros ingresos en su tiempo de descanso, muchos deben elegir entre pasar tiempo con sus hijos o que sus hijos no pasen necesidades.
En el contexto actual, este nuevo aniversario nos debería llamar a la reflexión: lo que está en peligro de extinción es la red de áreas naturales protegidas de Mendoza, ya que como se ha demostrado en estos veinte años, sin Guardaparques no hay conservación. Todo esto se podría revertir con una mejor administración y políticas de conservación de la naturaleza, respetando la ley de concurso e ingresando más Guardaparques a la red.
Las áreas naturales protegidas no solo son un paisaje a preservar, son las protectoras de las cuencas hidrográficas, fundamentales para los sistemas de oasis de la provincia. Allí se protege tanto la biodiversidad como el patrimonio biológico, geológico, espeleológico, cultural, arqueológico, paleontológico y son también la primera respuesta ante catástrofes en las zonas más alejadas de la provincia. Es fundamental revertir esta situación cuanto antes ya que los daños en la red de áreas naturales protegidas, producto de la mala gestión de los recursos, son irreversibles.
Es nuestro compromiso la protección de la naturaleza y los bienes naturales comunes ya que como sociedad entendemos que esta generación no puede ponerlos en estado devulnerabilidad ni efectuar un uso desproporcionado que ponga en riesgo las necesidades de las futuras generaciones, como lo garantiza el Acuerdo internacional de Escazú, firmado y ratificado por Argentina, y luego sancionado por el Congreso de la República Argentina como Ley 27.566/2020.
Desde la Asamblea por el agua de San Rafael consideramos que hoy no solo es un momento para celebrar, sino también para reflexionar sobre los desafíos que se enfrentan, para visibilizar la importancia de su trabajo y para reclamar el compromiso estatal de continuar protegiendo las Áreas naturales protegidas en la provincia de Mendoza, con mejoras en las condiciones laborales de los Guardaparques. La recuperación de esta labor es vital para garantizar un futuro sostenible y justo para todos.
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