QUE ES EL FRACKING


 


Fracking 

es una técnica de extracción consistente 

 en fracturar rocas que tienen petróleo y gas atrapados en su interior.

ACTUALMENTE EN MENDOZA, EN EL DEPARTAMENTO DE TUPUNGATO, EN LA RUTA NACIONAL 40, EN UN CORDÓN MONTAÑOSO  DE BAJA ALTURA (1300ms) DENOMINADO LA CERRILLADA DE TUPUNGATO, CON ORIENTACIÓN  NORTE-SUR, SE ENCUENTRA EL ÁREA "PUESTO POZO CERCADO OCCIDENTAL" 

ALLÍ HAY UNA PROPUESTA DE YPF CON AVAL DEL GOBIERNO PROVINCIAL (MENDOZA), EL MUNICIPAL (TUPUNGATO), EL VISTO BUENO DE DIRECCIÓN GENERAL DE IRRIGACIÓN Y SECRETARÍA DE AMBIENTE Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL  PARA EXTRACCIÓN DE PETROLEO NO CONVENCIONAL O SEA FRACKING.

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EN LA EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL PREVIA A LA EXPLORACIÓN DICE: "se pueden observar pozos de petroleros en estado de abandono definitivo y otros en estado fuera de servicio".

UNA VEZ QUE SE HA REALIZADO LA EXTRACCIÓN CONVENCIONAL, Y EN LUGARES DONDE SE PRESUME LA EXISTENCIA DE PETRÓLEO O GAS, SE RECURRE AL MÉTODO NO CONVENCIONAL.

EN TUPUNGATO LOS VECINOS LOGRARON UNA Ordenanza 08/2013 (16 MAY 13) QUE prohíbe en el departamento la actividad de exploración y explotación de gas y petróleo de yacimientos no convencionales bajo la técnica de fractura hidráulica. (Tupungato Provincia de Mendoza.) 

https://www.mendoza.gov.ar/dpa/audiencia-publica-manifestacion-general-de-impacto-ambiental-area-de-exploracion-puesto-pozo-cercado-occidental-ypf-s-a/



Fracturación hidráulica

La fracturación hidráulica, fractura hidráulica​ o hidrofracturación​ es una técnica para posibilitar o aumentar la extracción de gas y petróleo del subsuelo, es una de las técnicas de estimulación de pozos en yacimientos de hidrocarburos. Wikipedia

¿Qué son los hidrocarburos de lutitas o shale?

Se trata del petróleo y gas natural que se encuentran atrapados en los poros de formaciones rocosas poco permeables denominadas lutitas bituminosas situadas en el subsuelo. Suelen encontrase a profundidades de entre mil y cinco mil metros.

 

Qué es la fractura hidráulica o fracking?

Debido a la baja permeabilidad de las lutitas, la extracción de los hidrocarburos requiere la utilización de la fracturación hidráulica o fracking. Esta técnica parte de la perforación de un pozo vertical hasta alcanzar la formación que contiene gas o petróleo. Seguidamente, se realizan una serie de perforaciones horizontales en la lutita, que pueden extenderse por varios kilómetros en diversas direcciones. A través de estos pozos horizontales se fractura la roca con la inyección de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas a elevada presión que fuerza el flujo y salida de los hidrocarburos de los poros. Pero este flujo disminuye muy pronto, por lo cual es necesario perforar nuevos pozos para mantener la producción de los yacimientos. Por este motivo, la fracturación hidráulica conlleva la ocupación de vastas extensiones de territorio.
     

 

Impactos socioambientales del uso de la fracturación hidráulica

Disminución de disponibilidad del agua: La fracturación de un solo pozo requiere entre 9 y 29 millones de litros de agua. El ritmo de explotación anual de 9,000 nuevos pozos en Estados Unidos que se pretende exportar a México supondría un volumen de agua equivalente al necesario para cubrir el consumo doméstico (100lts/pers/día) de entre 1.8 y 7.2 millones de personas en un año. Ello acarreará la disminución de la cantidad de agua disponible, lo que pondría en peligro los ecosistemas y la realización del derecho humano al agua y a la alimentación. En estados como Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, regiones donde esta actividad ya se está realizando, la disponibilidad de agua es limitada al tratarse de regiones con alto estrés hídrico (donde la demanda es mayor a la disponibilidad).

 

 • Contaminación de las fuentes de agua: En Estados Unidos existen más de 1,000 casos documentados de contaminación de fuentes de agua relacionados con el uso de la fracturación hidráulica. Se han identificado 750 tipos diferentes de productos químicos en los fluidos de fracturación analizados, entre ellos sustancias de gran toxicidad como el metanol, benceno, tolueno, etilbenceno y xileno. Además, el agua de desecho conocida como agua de retorno no sólo contiene los químicos y la arena que originalmente se introdujeron, sino también metales pesados, hidrocarburos e incluso materiales radioactivos, como el radón, que se encuentran en el subsuelo. A la fecha, no existe tratamiento efectivo para la misma, dejando el agua inutilizable para otros usos y fuera del ciclo hidrológico. Para su manejo se busca aislarla e injectarla en pozos letrina, pero no es una solución ya que se ha comprobado que estos pozos filtran y se han contaminado acuíferos enteros (ej.California, EEUU). Checa nuestra infografía de agua y fracking.

• Impactos sobre la salud: Los expertos señalan que al menos 25% de las sustancias utilizadas en las distintas mezclas de perforación pueden causar cáncer y mutaciones, 37% afectar al sistema endocrino, 40% provocar alergias y 50% dañar el sistema nervioso. Los pozos de agua potable que abastecen a la población situados en cercanías de las zonas donde se aplica la fracturación hidráulica tienen altos niveles de metano y sustancias cancerígenas y neurotóxicas. Por otro lado, la población que habita cerca de los pozos tiene 66% de probabilidad de padecer cáncer asociado a la contaminación atmosférica. Igualmente, la toxicidad y los riesgos de accidentes asociados a esta actividad repercute en la salud y la vida de las y los trabajadores de la industria.

• Emisión de gases y su contribución al calentamiento global: 90% de las emisiones en el proceso de obtención del gas es metano (CH4), aunque también se emite dióxido de azufre (SO2), óxido de nitrógeno (NO) y compuestos orgánicos volátiles. Aunque la quema del gas natural emite menos dióxido de carbono (CO2) que otros hidrocarburos, el proceso completo de su explotación contribuye en mayor medida a la aceleración del cambio climático debido a las fugas de metano producidas durante su extracción. Estas emisiones pueden alcanzar 8% de la producción total de un pozo, es decir, 30% más que en los proyectos de gas convencionales. El metano es un gas de efecto invernadero con un potencial de calentamiento 86 veces superior al CO2 en el corto plazo, por lo que en 20 años el impacto de la extracción de gas de lutitas sobre el cambio climático puede superar en 20% el del carbón. Checa nuestra infografía de fracking y cambio climático.

 




Sismos antropogénicos: Debido a que la industria no puede tratar los grandes volúmenes de aguas residuales generadas por el fracking, es común que utilice pozos de inyección (también conocidos como pozos letrina) para deshacerse del agua contaminada. Estas aguas pueden desestabilizar fallas geológicas y provocar sismos. En Arkansas, Ohio, Oklahoma, Colorado y Texas, regiones sin actividad sísmica histórica, se han multiplicado en años recientes el número de sismos superiores a los 3 grados. Los epicentros de estos sismos coinciden con la localización de los pozos de inyección. En Youngstown, Ohio, estos sismos antropogénicos (provocados por el ser humano) lograron alcanzar hasta 5.7 grados.

• Otras afectaciones: Debido al deterioro ambiental que provoca, la explotación del gas de lutitas es incompatible con otras actividades económicas como la ganadería, la agricultura y el turismo. A ello se suma el deterioro de la infraestructura carretera por el impacto de los 250 viajes diarios por pozo de camiones de gran tonelaje. Todo ello afecta calidad de vida, salud y tranquilidad de las poblaciones.

 

 

 

Alternativa energética costosa e inviable
La industria gasífera de Estados Unidos ha reconocido que 80% de los pozos fracturados no son económicamente viables. Ello debido a i) tasas de declinación de situadas entre 29% y 52% anual, que hacen necesario seguir invirtiendo grandes sumas de dinero cada año para mantener la producción; ii) baja recuperación de los hidrocarburos presentes en los yacimientos, situada en el caso del gas entre 4.7%- 10% frente al 75%-80% de los proyectos convencionales; y, iii) un deficiente rendimiento energético. Mientras los proyectos tradicionales obtienen 20 unidades de energía por cada unidad invertida, los de fracturación hidráulica sólo generan 5. Además, la complejidad de esta técnica sitúa los costos de cada pozo en 20-25 millones de dólares en México. De esta manera, sólo produce ganancias a través de la especulación financiera, las cuales se quedan en pocas manos a costa del futuro de la población y el planeta. Por todas estas razones, la explotación de hidrocarburos mediante esta técnica no es una opción para producir energía de manera sostenible, mientras que su uso desvía recursos que deberían dirigirse a las energías renovables y sostenibles, obstaculizando su desarrollo.

El fracking se practica en México desde hace tiempo. Conoce más información en este artículo.

FUENTE: https://nofrackingmexico.org/


 
 
 
 

Fracking y el mercado negro del agua en Mendoza

por Estefania Santoro
Fotos: Juan Pablo Barrientos
11 de marzo de 2020 

Desde hace años el pueblo de Mendoza está librando una difícil batalla para preservar la poca reserva de agua que queda en la provincia; mientras las grandes empresas petroleras roban agua con la complicidad de las autoridades provinciales para sus pozos de fracking contaminantes. 

 


 
 
El pueblo de Mendoza está más despierto que nunca. En diciembre de 2019, la provincia fue noticia por las manifestaciones en contra de la megaminería contaminante. La protesta social fue tan masiva que los grandes medios de comunicación, aliados del gobierno, ya no pudieron ocultar -como lo venían haciendo- el descontento de todxs lxs mendocinxs que le dijeron “no” a la modificación de la ley 7722 que ponía en peligro el agua de toda la provincia. Desde hace varios años, ese mismo pueblo encabeza otra batalla contra poderosas empresas que con la complicidad de las autoridades provinciales pretenden explorar el suelo y el agua mendocina a través de la técnica de explotación hidráulica más conocida como fracking. Un método no convencional de extracción de gas y petróleo que consiste en la perforación de la tierra a grandes profundidades, en el que se inyectan productos químicos tóxicos a una alta presión y luego se bombea el agua residual a gran profundidad.
 
 
 

 

El fracking, además de ser una técnica muy cuestionada por la contaminación ambiental que causa, utiliza en promedio entre 10 y 30 millones de litros de agua por cada pozo, según informacíón brindada por el Observatorio Petrolero Sur. Actualmente, Mendoza está viviendo la crisis hídrica más grande de los últimos 50 años, reconocida por el Departamento General de Irrigación, organismo público encargado de administrar y controlar el recurso hídrico en la provincia y cuyas autoridades han sido denunciadas en las últimas semanas por entregar agua a empresas petroleras para la instalación de proyectos de megaminería y fracking. 



 Se denuncia al gobierno provincial de entregar agua para “polémicos proyectos de megaminería y fracking” y se especifican los efectos negativos que producen dichas actividades en el medioambiente y en la vida de lxs ciudadanxs. 

 

El pueblo de Mendoza dice “El agua no se negocia”

y está librando una dura batalla para que las petroleras no se roben la poca agua que les queda.

 

EN ARGENTINA

 
Desde 2010, se perforaron al menos 100 pozos usando fracking, la mayoría de ellos pertenecientes a YPF. La principal riqueza argentina está en una formación rocosa a 3.000 metros de profundidad llamada Vaca Muerta, que ocupa casi toda la provincia patagónica de Neuquén Y sur de MENDOZA.

 


 

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