Juicio Etico y Popular y Nor Feleal en PICHUNKO

 

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LA GREMIAL PARTICIPO EL EL JUICIO ETICO Y POPULAR EN VILLA LA ANGOSTURA 

LOF PAICIL Y ANTRIAO 

INFORME DE LA COMPAÑERA COLEGA LAURA TAFFETANI 

Como informamos la Gremial participó del Juicio Etico y Popular y Nor Feleal en PICHUNKO 

LOF PAICIL ANTRIAO este Domingo 8 de Diciembre. 

Luego pasarán los videos. 

Me tocó representar a los niños y niñas (püchicheke) de la Comunidad en la parte acusadora. 

Comparto la acusación y también un documento que presenté más extenso para los dos tribunales, tanto el Ético y Popular como el Nor Feleal que estaba compuesto por Lonkos de la distintas comunidades. La compañera Marcela Cano también participó siendo jurado. 

INFORME 

No tengo palabras para expresar lo que significa para mí representar a los püchicheke del Lof Paichil Antreau, un honor que les quiero agradecer porque no dejo de ser parte de esta Argentina que tiene mucha vergüenza porque no hayamos sabido, no hayamos podido lograr que se frene el despojo contra las comunidades de pueblos originarios, en particular el mapuche y se repare el daño causado. 

Hace más de 150 años los tatarebuelos de los tatarabuelos de los püchicheke del Pueblo Mapuche corrían por el extenso territorio de la Patagonia Argentina, disfrutando de sus bosques, llanuras, lagos y montañas , aprendiendo de sus mayores a honrar la naturaleza y participando de su comunidad donde tenían voz y eran parte.

Eran tiempos en los que Argentina no era aún Argentina.

Años después, llegó el ejército con su caballería y todo cambió. A ellos sólo les interesaba la tierra, pero no como a las comunidades mapuche que son parte de su territorio sino para quedársela ellos, alambrar los lugares y explotarlos. Por supuesto echando a los que estaban. 

El ser humano necesita todas las partes de su cuerpo para funcionar, a nadie se le ocurre andar cortando un brazo o una pierna porque sí, sólo si no queda otra. Para las comunidades mapuche el territorio es igual, es una parte que sin él ellos no pueden funcionar. 

Y llegó el ejército, mató a muchísimos hermanos y hermanas mapuche, otros junto con sus mujeres y sus niños fueron llevados a lugares muy lejos para separarlos y entregarlos para que sean sirvientes de las familias ricas. 

Lo mismo que pasó con los nietos de las Abuelas de Plaza de Mayo en la dictadura militar de 1976. 

Los bautizaron con otros nombres, le prohibieron hablar su lengua, rompieron todos sus lazos con su historia y su cultura. 

Estaba claro que para quedarse con las tierras necesitaban sacarlos de allí y exterminarlos, a veces físicamente y a veces no dejándolos usar su idioma y sus costumbres que es otra forma de morir. 

Pero algunos pudieron sobrevivir y eso fue lo que pasó con la Lof Paichil Antreau que se asentó en el territorio que va desde el Lago Correntoso hasta la Costa Norte del Lago Nahuel Huapi, antes de que el hombre blanco pisara sus tierras.

Los püchicheke de la comunidad podían correr en los bosques sin alambrado y sin temor, a la única que le pedían permiso era a la naturaleza, su vida era otra vida, una vida que el blanco nunca entendería porque incluye la tierra, los árboles, el sol, los ríos, los lagos, los pájaros y todos los animales, todo es parte de la vida de los püchicheke

Pero luego llegó el hombre blanco también a su zona, pero esta vez no fue con el ejército como había sido antes, sino con leyes en épocas de militares, engaños y mentiras, a veces con gente que entró violentamente a los territorios y después hubo otros blancos que estaban en lugares de gobierno, de la  justicia y la policía que los apoyaban.

Así los püchikeche de la Lof Paichil Antreau que hoy son muy mayores cuentan a los más pequeños cómo vivieron el despojo de sus tierras.

Edificaron una ciudad sobre su territorio, la ciudad de Villa La Angustura, que aún tiene un cementerio de sus ancestros debajo de la plaza principal, sólo por poner un ejemplo.

Y los püchicheke de la comunidad vieron todo esto y muchas cosas más que no entran en la tristeza honda del corazón de generaciones que nacieron despreciadas por los usurpadores y las generaciones que le siguieron.

Como explicar lo que siente un püchikeche cuando ve por todos lados los carteles que dicen PROPIEDAD PRIVADA y no pueden disfrutar su territorio? Como hacer que entiendan el desequilibrio que se produce en la naturaleza cada vez que talan sus árboles, contaminan el espacio y extraen sus riquezas? 

Los püchikeche de la Comunidad van a escuelas donde su pueblo no existe en los manuales de historia o peor aún, llevan a gente que dice que no hay gente mapuche en Villa La Angostura. ¿Alguien puede imaginar lo que puede sentir un niño al ser negado en la propia cara? 

Todos los años los niños y niñas de las Escuelas prometen la bandera argentina, luego de mucha lucha se logró que también la comunidad pudiera incorporar la bandera mapuche, la Wenüfoye, sin embargo aun se resisten a aceptarlo o las maestras muestran la desaprobación con sus miradas delante de los demás alumnos. ¿Podemos imaginar entonces lo que sucede durante el resto del año? 

La Convención de los Derechos del Niño fue un gran avance para la niñez y la adolescencia, por primera vez se dijo que todos los derechos estaban unidos, que no puede haber identidad si no se respeta la vida, que no puede haber derechos sino se hace nada para que se cumplan. 

No debe haber nada más cercano a la CDN que la cosmovisión de los pueblos originarios, como lo es también el Mapuche. 

Sin embargo, lejos está de cumplirse. 

Y ahora encima los püchicheke de la Comunidad tienen que ver que uno de los usurpadores de su territorio, el famoso basquetbolista Emanuel Ginóbili, es  EMBAJADOR DE BUENA VOLUNTAD de UNICEF, es decir, se supone que debe velar por el cumplimiento de los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes, no sólo de los lindos niños blancos de la gente de bien. 

Los püchicheke de la Lof Paichil Antreau que viven en el territorio que les fuera despojado luchan por ser reconocidos todos los días de su vida, pero al hacerlo luchan también por todos los derechos de los niños y las niñas de Villa La Angostura, porque al defender su territorio, luchan por otro forma de vida, una vida que nos cuida y nos protege, una vida donde ser niño es un verdadero privilegio. 

Acuso entonces a las autoridades municipales de Villa La Angostura, la Provincia de Neuquén y la República Argentina de violar sistemáticamente todos los derechos de los püchicheke de la Lof Paichil Antreau, en particular el DERECHO A LA VIDA que en la cosmovisión mapuche rige todos los demás.

Acuso también a todos los particulares y los grandes negocios inmobiliarios  que usurparon y pretenden usurpar el territorio de la Comunidad, con el objeto de acrecentar sus ganancias a costa de los pueblos y entre ellos a Manu Ginóbili por además desvirtuar la defensa de los derechos de los niños asumiendo un rol de Embajador de UNICEF cuando lo que hace es violar sin consideración alguna los derechos de los püchicheke de la Lof Paichil Antreau.

 SE HAGA JUSTICIA

SE ADOPTEN MEDIDAS PARA FRENAR LA VIOLACION DE DERECHOS DE LOS PÜCHICHEKE Y SE RESTITUYAN TODOS SUS DERECHOS.